CHAKANAGASTA es un proyecto experimental sonoro del norte chileno fundado por el músico Camilo Albayay —de ascendencia diaguita— y el ruidista Adolfo v.v —de origen quechua-aymara—, unidos por una profunda conexión con la simbología de la chakana, la escalera celestial de la cosmovisión andina. Ambos radicados en Iquique.

🔮 Significado del nombre:

• CHAKANA: «Instrumento para hacer puente» en runasimi (quechua)
• GASTA: «Poblado de…» en kakán (lengua diaguita). Ejemplos: Antofagasta, Collagasta

Sonoridades

La propuesta sonora se despliega en un territorio auditivo que abarca desde el ruidismo y los paisajes sonoros hasta el uso de micrófonos de contacto aplicados a instrumentos acústicos, sintetizadores, guitarras ambientales, baterías programadas e incluso ruidos generados a partir de luces. A esto se suman capas vocales que incorporan narraciones relacionadas con astronomía, relatos ancestrales, reflexiones legales, noticias y discursos incoherentes, configurando un espacio donde lo ancestral y lo tecnológico dialogan sin jerarquías.

Aunque el nombre Chakanagasta se estableció en 2025, como dupla ya veníamos trabajando desde antes: en 2023 realizamos un primer registro sonoro de un ensayo, capturado con micrófono ambiental, el cual está disponible en Bandcamp. Este documento representa hasta ahora el único material grabado, ya que, si bien hemos tenido presentaciones en vivo, no existen más registros oficiales de aquellas performances.

Participaciones

Hemos participado en encuentros de escena alternativa, con presentaciones en «La Esquizofrenia Crónica de la Justicia Chilena», organizada por Aldo Alquinta, y “Eternoise 1 y 2”, organizadas por Boyle Selektor en el Bar Democrático, y también es parte de las sesiones “Yeconoise”, impulsadas por Chilemosaico.

Chakanagasta hoy

La iniciativa se define como un dispositivo de experimentación sonora en constante mutación, donde el sonido actúa como un punto de encuentro entre lo ancestral y lo tecnológico. A través del ruidismo, la electrónica hecha con medios analógicos y el uso de instrumentos intervenidos, construimos narraciones y paisajes auditivos que reflexionan sobre diversas temáticas, no necesariamente coherentes.

Aquí, el ruido no es caos: es lenguaje. Y la propuesta no sólo se dirige a la humanidad, sino a un cielo sonoro abstracto que resuena y responde.